Me despierta el paso de los tractores, pero paso de levantarme,
voy a esperar un poco más. Bueno, yo creo que es la hora. Ya pongo la proa
apuntando para el sur. El GPS sólo me sirve de brújula, porque no tiene nada de
cartografía de aquí; mejor, a mi me gusta tirar de mapa. Hay todo tipo de
animales. Se me cruzan zorros, liebres, pájaros que no he visto nunca y hasta
un armadillo, que no me ha dado tiempo de sacarle una foto.
Cuchillo-Có - foto web Municipal - |
Después de más de 100 km llego a Cuchillo-Có, que es donde
supuestamente hay nafta; 400 km y sin poner reserva, esto es una máquina. Veo
un surtidor, pero no tiene y me indican otro sitio.
Llego a otro surtidor más antiguo y aparece un chaval. Le digo
lleno y se mete en una caseta, luego sale y empieza a charlar conmigo: de dónde
vienes, a donde vas... Hasta que entra otra vez y sale con una garrafa de 10 l.
luego la misma operación y saca otra.
Con el depósito lleno salgo hacia Choele Choel. La pista parecida,
pero con más tramos de arena, en los que pego un par de patadas al suelo y veo
las estrellas, a la tercera me manda para casa, es lo que tiene tener las
rodillas como un viejo de 50 años. Así que me relajo un poquito y más suave. Sigo
para alante y me sale a interceptar una especie de conejo enorme, del tamaño de
un pitbull o más, una pasada!. Yo a 100 por hora por la rodera del ripio, medio
curva, no puedo tocar el freno, ni salirme del carrilillo, me la pego!, me la
pego!... Cuando el bicho está a la altura de la rueda delantera, nos miramos,
yo con un ojo le miro a él y otro la pista. El me mira con el ojazo ese, no sé
quién tiene más miedo, y él, con más capacidad de maniobra, cambia de
trayectoria en el último cm. De la que nos hemos librado los dos!.
Choele Choel - foto Google - |
Después de más de 5 horas de pista llego a Choele Choel a
repostar y me encuentro con un brasileño con una GS 1200, que también va para
Ushuaia. Le digo que yo también voy, pero por las pistas, y él me dice que no,
porque nunca a hecho campo. Y que su moto es muy grande; la verdad es que si da
un poco pereza, meterse con esa moto por la arena. Cuando tienes que remar, entre
las culatas y las maletas, vas dando pasitos como Pedro Picapiedra, cuando
juega a boliche.
Esto lo digo desde el cariño. Un saludo para los Gseros. Que
yo también lo he sufrido en silencio. Me despido de él y le digo a ver si se
anima, pero no. Y me voy a comer al pueblo. ¿A que no sabéis qué? La
milaaneesaa!!. Comiendo y charlando con el posadero, al final me dice que si me
quedo. Le digo que igual si, que tiene buena pinta el pueblo y me dice que hay
un camping que es gratis. ¿Gratis? pues algo que es gratis, hay que
aprovecharlo. Voy para allá y de gratis nada, así que arranco para donde me
lleve la ruta, que todavía es pronto. Hago otros 200 km con 100 de pista, que
ha sido la más solitaria del viaje. En un momento, paro a beber agua, porque
creo que mi sombra me ha saludado. No había nadie, en otras por lo menos ves la
entrada de algún rancho… aquí nada. Me parece que hoy me toca dormir con los
pumas, que me han dicho que hay muchos, pero no atacan.
La Pampa - foto Google - |
Por fin llego a un pueblo de 5 familias y planto la carpa en
una especie de campo de futbol. Y claro, todo el pueblo a mí alrededor. Por fin,
llega el Jefe, que me trae una garrafa de agua congelada, y después de charlar
un rato, me dice que vaya a su casa a dormir; pero ya tengo la carpa montada
con todo dentro. Así que mañana, me tomaré un mate con él.
29-01-2015