miércoles, 28 de enero de 2015

Por fin !

Ala! Otra vez el paseíllo. Pero hoy cojo un bus que me deja un poco más cerca. Llego al depósito y ahí está la zarigüeya. Un poco escorada, mirándome con esos dos ojos, yo creo que tiene más ganas que yo de salir de ahí.
 
 
Abro los grifos, tiro del starter, giro la llave, qué tensión!, arrancará?. Aprieto el botón unos segundos, bien, ¡tiene batería! y en cuanto se llenan los carburadores, empieza a pedorrear y Olee!, ahí está, en marcha!. Me encaramo en ella... ¡Ya estoy en casa!.
Abre que salgo!. Me voy para el hotel, que tengo los trastos. Qué bien se va!. Me pongo la ropa de moto y voy a ver si me hacen una llave. Voy a un par de ferreterías y nada, que de moto no hacen. Pues voy a tener que cuidarla cómo si fuera mía.
Pues me voy de aquí que hace un calor con esta ropa, terrible. Ya miraré más adelante en Chile, que son los reyes de la ferretería.
Me cuesta un poco salir de Bs As, y cómo no quiero ir por autopista, me meto en encerronas, paso por pueblos del extrarradio, con calles de tierra como laberintos, sin ninguna indicación, pero muy curiosos. Así que opto por la autopista, que además es muy barata. Estoy en la mítica RN 3 que baja hasta Ushuaia. El paisaje es totalmente llano, verde amarillento, y yo creo que algo pantanoso, con muchos rebaños de vacas. Pero no importa, se va de miedo. Ya no hace tanto calor, que no es que no haga, pero el verde siempre refresca algo.
 
Tenemos un poco de viento de cola y la zarigüeya quiere revoluciones, pero yo le aguanto, que ya tiene una edad... Hay algunos peajes, es una carretera normal, pero las motos no pagan. Paro a comer en una tasca y pido una "milanesa", que es un bocata de carne con lechuga y tomate, y una Coca Cola. Cuidado al decir grande!, jodé! parecen del centro de Bilbao!. Con esto y 2 plátanos, ya tiro todo el día, la coca cola litro y medio y el bocata, una barra grande.
Sigo por la 3. Tengo ganas de valaska y pivo. De carpa y cerveza. He hecho casi 400 km y el entorno no cambia. Entonces es cuando llego a un pueblo muy veraniego, Azul se llama, y tiene camping municipal, así que ahí voy. Está chulo y curiosito.
 

Estoy a lo mío y llegan 2 rastafaris en dos motillos chinas. Son belgas, uno habla perfectamente español. Han comprado las motos en Chile y están haciendo más o menos lo mismo que yo, pero al revés. Me preguntan a ver si hace más calor en Bs As que aquí. Aquí hace frío, les digo. Y se han quedado con un poco de cara rara.
 

A cenar un poquito y a la carpa, que se tiene que estar de escándalo, sin oír ruidos de coches, ni sirenas, ni gente, ni el camión de la basura...

¡Qué bueno!. Ya es de noche, me doy la vuela y veo algo moverse, ¡un ratón!; que va, es un sapo, ¡se está llenando el camping de sapos!, ¡está plagado!, pero completamente lleno. No van a salir en las fotos, pero es impresionante.

27-01-2015

2 comentarios:

  1. Enhorabuenaaaaaaaaaaaaaaaaaa Zabaleta ya estas en ruta,joe que ganas tenia de verte arrancar ya de entre asfalto y edificios,menos que tu ................ya se jajajajajaa.Bueno, pues que disfrutes de la moto y de los paisajes,del camping y de todo al pasar.Un abrazo Aventurero.
    JAvier.

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  2. Dale caña polloooo!!! nos acabas de liberar a todos de Buenos Aires. Que tormento!!!

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