Hoy no tengo
prisa para levantarme. No tengo hora de salida del camping, así que me quedo un
poco más durmiendo. Estoy como a doscientos metros de la carretera, y no he
oído pasar ni un coche desde ayer a la noche. Estoy levantando el campamento y
aparece un individuo a caballo con 3 perros. Que ha seguido la huella de la
moto para encontrarme. Dice este elemento que me estuvo buscando ayer a la
noche, pero no me encontró. Qué haría este tío ayer a la noche andando en
caballo?, nada bueno, seguro, porque sería tarde, yo estuve hasta las diez y no
pasó nadie... Un poco raro, no creo que por la noche se vean las huellas de la
moto en este secarral... Bueno, estoy charlando un poco con él. Que si dónde
vas, que si de dónde vienes... lo habitual.
Ya el tipo se va y yo sigo a lo
mío.
Cojo ruta
hacia Ingeniero Jacobacci, que hay nafta y cajero.
Está más
lejos de lo que pensaba. No sé cuantas horas, pero un ratito ya me lleva,
porque llego a la hora de comer y no me cruzo más que con 2 ó 3 coches.
Me meto una
hamburguesa en la gasolinera, que estaba buenísima. El hombre que atiende muy
amable. Tanto en Argentina cómo en Chile, no he comido mal ni una vez, quitando
los bocatas esos prefabricados de gasolinera.
Cargo nafta, saco
dinero y pongo rumbo hacia Bariloche, pero mi intención es ir hacia el norte
saliendo a la 40, habiéndolo sobrepasado. No me gustan las ciudades grades y
prefiero esquivarlo.
Ahora la ruta
es más incómoda. Hay muchos camiones porque están haciendo la carretera nueva y
levantan muchísimo polvo. Cuando me cruzo con alguno, cojo el embrague y apago
el motor; no me gusta que respire tanto polvo la moto, aunque es más psicológico
que otra cosa, porque con los miles de km que llevo por estas carreteras, no
creo que arregle nada...
Hago un
quiebro y tiro para el norte, aquí no hay obras y se circula mejor, además la
carretera es más estrecha y tiene subidas y bajadas, es más ameno.
Después de
unos 200 kilómetros, llego por fin al asfalto. Un poco ya se agradece y además
puedo engrasar la cadena, que lleva muchos cientos, por no decir miles de km sin grasa.
Por fin llego
a Junin de los Andes, desde el pueblo de la gasolinera hasta este, no he pasado
por ningún otro. Bueno sí, uno pequeñito que no era ni pueblo. Voy a comprar
algo de cenar y buscar un camping. Encuentro uno, pregunto el precio y 80
pesos. Es una puta huerta, eso sí, con un río muy chulo. Me voy a fichar en lo
que parece que es una ducha y hay que pagar 20 pesos más!. El aldeano se ha
vuelto loco...
Ahora voy a
decirle a ver si me carga la tableta, a ver qué me dice.
Es un tipo
cordial. Tiene una batería a medio armar y hemos estado haciendo un poco de
ruido... dice que hace música.
25-02-2015
Os pongo aquí un video recibido hoy del pasado lunes 23: