jueves, 19 de febrero de 2015

Puro Chile

 
Por fin no vino Matías. No sé donde se habrá metido. Ha hecho una noche de perros, frío y lluvia, y también nieve. Están todos los montes de alrededor nevados, pero montes que empiezan en la misma ciudad. Matías decía que se iba a quedar un par de días; a mí con uno me vale, además hace bastante frío. Me voy a repostar, desayunar algo y tiro para el norte, hasta donde llegue.

 
Desayuno en la misma gasolinera y parto con un poco de aguanieve. No tengo mucho frío, todavía tengo el calor del hostel. Están los bordes de la carretera con nieve y estamos en verano.

A unos 60 km ya está el suelo seco, los montes a mis lados nevados, el sol bajito, fresco y viento en cola. Joder! qué bien se va!. Pero no dura mucho, en cuanto giro para el norte, se me pone el viento de babor y así ya todo el viaje.

A todo esto, se me rompe el cable del velocímetro; hacía días que tenía un ruido y por fin se ha roto. Nunca llegan a los 100.000. Ahora no sé los km que hago, pero que paz.

Paro a comer a la entrada de Río Grande, veo un cartel que pone motos y camiones, pues para dentro. No me acuerdo del nombre y en la foto no se ve; qué pena porque se come bien, barato y buena atención. Al camarero le he dado la dirección del blog. Si lo miras, déjame un comentario con el nombre del local.

Y yo sigo para el norte, desandando lo andado. Es lo que no me gusta de esto: hacer tantos km de ida y vuelta, por el mismo sitio. Las rectas son interminables y el viento de costado te mata. Voy tirando de una punta del manillar todo el rato y se me congestiona el codo, habrá que echarse la pócima de Isabel. Intento comprar algo de comer, porque voy a tener que parar a dormir en algún páramo de Chile, y en este tramo entre las dos fronteras de Argentina, no hay nada. Sólo lo que veis en el vídeo.

http://youtu.be/z9ff3PUPvFQ
                        

Pero hoy es fiesta en Argentina, así que toca galletas para cenar. Llego a la primera frontera, la de Argentina, y no hay nadie, así que paso rapidito. Aquí ya empieza el ripio, yo creo que unos 130 ó 140 km. Unos km más adelante está la de Chile y lo mismo, pero el carabinero me registra un poco, por decir que hace algo...

Le voy dando alegría por el ripio, para ver si llego al barco de día. A ratos parece que voy pinchado, el viento te desplaza lateralmente. Y sí,  llego de día, pero hay bastantes baches, y pierdo el depósito auxiliar de nafta, y lo que es más importante, la esterilla de dormir. Me voy a quedar helado durmiendo en el suelo, porque la tierra está muy fría. Con un poco de bajón, cojo el barco y charlo un poco con una pareja de brasileños, que van hasta arriba de equipaje. Ahora sí me da envidia, por las esterillas que llevan. Lo importante que puede llegar a ser un cacho de gomaespuma, que vale 4 duros...

Sigo para adelante a ver qué pasa, mirando para los lados para poner la carpa; pero está todo cercado para los guanacos, aunque lo saltan con la minga, sólo tiene un metro.

Entro en un pueblo, Punta Delgada, a 30 km de la frontera, por entrar, y pregunto por un camping, por preguntar algo, estoy un poco desconcentrado, no me apetece dormir sin esterilla, con el frío que hace. No me saben decir nada. Pregunto a otro chaval, sé que no hay nada, pero a ver si cambia algo. Quieto, seguro que no. Se mete en una casa y cuando sale me dice:

- Ahí tenemos un albergue donde dormimos, ¿te vale con un colchón en el suelo?

- ¿Qué si me vale?, jode que si me vale, es un lujo.

Al final duermo bajo techo, con baño privado, y por 0 pesos. Cómo ha cambiado todo en un momento. No sé qué pasa que siempre se sale por algún lado. Encima están de fiestas y hay show en el polideportivo.

http://youtu.be/cI0GFTVvlBM
Viva Chile!!

16-02-2015
 

1 comentario:

  1. Como diría Harry Callahan, le has alegrado el día a alguno, porque encontrarte en mitad de la nada con un bidón de gasolina y una esterilla perdidos, menudo chollo!!

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