Hoy no hace
mucho viento, pero está la carretera llena de guanacos. Tienen todo el campo y
están a la orilla de la carretera. Los camiones ni cortan, tocan el claxon y si
se apartan, bien, y si no, ya los apartan ellos.
Es una
carretera de rectas interminables, hace fresquito pero se va bien. La Zari
responde de maravilla, por ahora.
Llego a Río Gallegos, yo creo que es la última
gasolinera de la RN 3 antes de Chile y tiene WiFi. Reposto nafta y me meto un
bocata de milanesa.
Se han
acumulado 7 u 8 motos. Unos que suben y otros que bajamos. Se sienta conmigo a
comer Matías, un sueco que va en una África Twin, y que no tiene ni idea de
español. Yo el sueco lo tengo un poco dejado, pero no importa, porque él habla
perfectamente inglés y con el nivel de parvulitos que tengo yo, no hay ningún
problema. Él también va para Ushuaia, así que vamos juntos.
Pasamos la frontera
de Chile, y luego el ferry del Estrecho de Magallanes.
Me recuerda cuando viajábamos por Siberia con Andrey, el ruski, que él nos
solucionaba lo del idioma. Él andaba de inglés como yo. Ahora es al revés,
ahora yo soy Andrey, el que domina el idioma.
Se acaba la
carretera y empieza el ripio, para amenizar un poco la tarde. Pero esta
carretera es la principal que no lleva hasta Ushuaia y pasa todo el tráfico
incluido camiones. Hay mucho polvo y Matías lleva un casco tipo Mortadelo y Filemón
sin gafas ni pantalla, una chaqueta de Decathlon y sin guantes, para manipular
el teléfono. Dice que su pantalla le cubre mucho. Tiene la cara hecha un cristo,
completamente despellejada. Hay gente para todo. Eso sí, en la moto lleva de
todo, tiene que pesar 300 kilos.
Llevamos 250
km, no tiene pinta de haber nafta y se está haciendo tarde, así que decidimos
hacer free camping.
Lo que pasa es que yo sólo tengo unas rebanadas de pan de
molde para cenar. Matías tiene un bocata y un tarro de mermelada, que me lo da
para que por lo menos unte el pan.
Y aquí estoy,
en un páramo de Tierra de Fuego, cenando pan con mermelada, con un sueco que no
habla “ni papa” de español.
13-02-2015
Pues yo me entiendo de maravilla con las suecas!!! -)-)
ResponderEliminarSigues igual de frugal con lo de las cenas, un asco vamos!! y ya vale de ponerme los cuernos con un sueco.
ResponderEliminarAupa Zabaleta,ya estas en tu salsa,gente con la que no te entiendes,kilometros y kilómetros de carreteras desconocidas,durmiendo en la vera del camino y cenando frugalmente cual monje motorizado.Luego vas y nos cuentas que te agobias por unas cosillas de na.Ale!! perdigón disfruta cuídate que para eso estas ahí.Un abrazo.Javier.
ResponderEliminarJajaja..
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