jueves, 12 de febrero de 2015

Cuando ruge la Zarigüeya

Hoy a las 8 am ya estaba es la puerta de Balboa. A ver si hoy consigo la junta y la monto en la mañanita tranquilamente. He ido con Mario a la terminal del transporte hacia las 9 y todavía no habían descargado el camión. Nos dicen que lo harían sobre las 11.


 
Nos vamos otra vez al taller, esperando que sobre las 11 iríamos. Pues no, toda la mañana tomando mate a cascoporro y de charleta. Para pasar el tiempo me entretuve un poquito con la xr y quedó bastante bien.

 
 
 
 
Ha sido una mañana amena, pero sigo sin moto. Aquí está claro que se va a otro ritmo, hay que hacerse y no desesperarse. Es así.
 
 
 
 
 
 
A la una Diego cierra el negocio y cuando nos íbamos me dice que a las cuatro vamos a por el paquete. Yo a las cuatro en punto estoy ahí y Diego que no viene. Yo esperando ya me empiezo a poner nervioso, tengo la junta tocando con los dedos, y no va nadie a por ella en todo el día. Sigo esperando. Diego llega casi a las cinco y media sin la junta, y no dice nada... yo diciendo, es que no va a ir nadie a por mí junta? Está ahí, a menos de dos kilómetros y no va nadie? Esto es Argentina, me contestaban. Yo ya no sabía que decir, la tensión iba en aumento, y solté alguna cosa que no debía. Me fui a dar una vuelta a despejarme y que me diera un poco el aire, pensando... esto no puede ser, que hago?.

 
Ya vuelvo a las seis y me dice Diego que ya ha llegado el paquete y que la junta estaba dentro. Bien! ya sólo falta abrirlo. Por fin lo abre y veo mi junta. No se si ponerla, o estar mirándola un rato; meto la moto al taller para repararla, me encuentro un poco mal por el numerito que he montado, les pido disculpas, y lo entienden perfectamente.

 
No termino de montar la moto, está casi, ya arranca y parece que suena bien, pero terminaré mañana. Al cerrar me voy a tomar unas cervezas con Sebastián, un chaval de la Pampa que tiene a la familia allí y esta buscándose la vida por aquí, porque en la Pampa hay poco trabajo. Como no encontramos abierto donde él quería, entonces vamos a su casa en una motillo. Esta compartiendo casa con unos amigos.

Nos tomamos unas birras tranquilamente y llega Cata, un compañero de Sebastián; le llaman Cata, porque es de Catamarca, y nos pone unos espagueti para cenar. Un tío atento y simpático también.

Total que nos da la una y así que hay que irse. Con la motillo sin luces cruzamos toda la ciudad. Una pena no haber conocido a esta gente antes, se me hubiera hecho la estancia mucho más llevadera.

 
Mañana a terminar la moto y para el medio día si todo va bien, espero estar en marcha.
11-02-2015

7 comentarios:

  1. Juanito, este blog es un coñazo, así que cuando cojas la Zari no salgas derrapando y haciendo el gilipollas por el ripio, vete despacio, tranquilo, disfrutando y evitando riesgos innecesarios, que queremos disfrutar de tu viaje. Ponte chip viajero puretil-escritor y a recorrer. Como si me tuvieras que esperar a mí.....

    ResponderEliminar
  2. Buenas Zabaleta,creo que TODOS estamos nervis esperando que arregles de una vez la moto y regreses al camino,ya te queda menos.Y ahora no te lo tomes todo de un trago y prudencia como dice el amigo Jon.Un abrazo tio.Javier.

    ResponderEliminar
  3. ÇABRON! !!!!!!!!!! NOS TIENES EN VILO, LE BUENO DE ESTO ES QUE NOS ESTAMOS QUEDANDO EN LOS HUESOS. .....JAJAJAJA ! Ah y que sepas que te has queda do sin gin tonic JAJAJAJA

    ResponderEliminar
  4. Zabaleeeeetaaa!! cuéntanos algo nuevo y bueno!!! Este tío se ha montado en la moto y ya no se para ni para escribir.

    ResponderEliminar
  5. Depues de este descanso no para en una semana ni p mear...

    ResponderEliminar
  6. jjjj!!!! esto es argentina...che boludo!!jajajaj
    el mate, q te ha jugao 1 mala pasada...

    ResponderEliminar

Mándale un mensaje a Juan desde aquí: