No es Noruega pero parece

Ha estado toda la noche lloviendo y por la mañana sigue. Son casi las diez y aquí parece que no se levanta nadie. Habíamos quedado para desayunar, pero así sigo un ratito más aquí; es que no apetece nada salir. Esperaré hasta que deje de llover.

Ya parece que hay algo de ruido. A desayunar, un yogur, galletas y un poco de café sólo, que ha hecho Mateo.

Recogemos todo y nos despedimos. Ellos van para el sur y yo voy para el norte, pero les doy mi email, por si pasan algún día por Euskadi tienen cama gratis, que a Mateo lo de gratis es lo que más le gusta. Es una pareja simpática, al principio él parece un poco chulito, pero para nada. En cuanto hablas un rato con él, es de lo más normal.

Otra vez viajando sólo.

La zarigüeya tiene un poco de tos mañanera. Quiero pensar que es algo de agua en los carburadores. Si es eso, se le irá pasando dándole unos mangazos. Ya la irá tragando si es poca. Ahora el ripio está mojado y por lo menos no se levanta polvo. Se va mucho mejor.

Me llueve a ratos pero no mucho. A los 150 km se acaba el ripio. Pero ahora sí que llueve. La moto ya va bien, supongo que será eso, a ver mañana.

 

Aprovecho para comerme el bocata en la parada de autobús y una birra, pero es 0.0 je, je. Acabo y como no para de llover, me pongo el traje de lluvia y no sé qué maldición hay, que en cuanto te lo pones andas 10 km y para. Pero sigo con él, porque hace un poco de fresco, ya me lo quitaré cuando salga el sol.

 

 

Es curioso, delante de mí van 4 coches con las luces de emergencia encendidas. Yo pienso que igual va remolcándose alguno, y al rato veo que en un pick-up con la portezuela de atrás abierta, llevan un ataúd tapado con una lona y una cruz puesta de pié, un poco torcida. También es que para andar por estas carreteras es lo mejor.

En Coihaique paro a repostar y saco dinero del BBVA, que no tengo ni un peso chileno. Arranco y hago otros 50 km de ripio y cuando salgo al asfalto en el primer pueblo, compro algo de cenar para esta noche, que haré un free camping.

Cuando salgo, a los 2 km, me doy cuenta que me he dejado la bolsa de la comida allí. Me caguen tó lo que se menea! Doy la vuelta y acelero a fondo, que he visto unos mochileros que iban para allá, y si la ven se la quedan. Cuando llego veo la bolsa al lado de la acera y un coche aparcado al lado. La ha pisado!, Mierda! Consigo salvar un poco de pan y unas salchichas. Bueno... algo ha quedado.

Sigo la ruta y otra vez se acaba el asfalto. Ahora está lloviendo y se está haciendo tarde, me gustaría acampar, pero esta todo mojado y lloviendo, me gustaría hacer un fuego para hacer las salchichas. La pista está con mucho barro, es una subida a un puerto, la bajada está bastante delicada, a ver si para de llover un poco más adelante y puedo poner la carpa.

No hay manera, voy rodeando un fiordo y tengo la pared del monte por un lado, y una caída de 10 o 15 metros por el otro. Siempre pasa que de día ves un montón de sitios buenos para acampar y cuando se hace tarde no hay ni uno.

Ya es casi de noche y a la entrada de un pueblito, Puyuhuapi, hay una campita al lado de la playa del fiordo, pues ahí mismo. Lo que pasa es que no puedo hacer fuego, porque no hay ni una rama seca. Otra vez toca pan con mermelada.

Estoy en la carpa y oigo a mochileros acampando. Se les ha hecho más tarde que a mí y me ponen la radio. Cómo no!, pero bajita.
Otra vez 11 horas en moto. Mañana intentaré ir a un hostal que tenga Internet, pero no veo muchos.

21-02-2015