viernes, 20 de febrero de 2015

Contra el viento que marea

He dormido como Dios, pero se han ido todos, ayer les oí llegar metiendo algo de jaleo, pero se fueron pronto a dormir. Ahora parece que no hay nadie para despedirme. Bueno, pues recojo todo y les dejo una nota.

Hace una mañana nublada, fresquita y viento, cómo no!. La última frontera la paso también rapidito, no hay casi nadie. Me hubiera gustado ir a Cabo Vírgenes, pero llevo por lo menos 200 km sin repostar. Para ir allí y luego ir a Río Gallegos para repostar, tengo por lo menos 300 km, y sin el depósito extra de nafta, no me arriesgo. Además, con este viento la Zari gasta bastante más. Así que otra vez a Río Gallegos directamente a repostar, y a ver si encuentro una esterilla. Paro en la gasolinera. Se supone que tiene WiFi, pero no hay manera de conectarse, así que otra vez será. Operación esterilla. Todo cerrado, parece que hoy también es fiesta, o se han ido todos a ver a Bisbal, que creo hay conciertos en Calafate. Pues para Calafate a por la esterilla: 300 km contra el viento. Y tanto que contra el viento. Totalmente de cara, hay que abrir bien el gas para mantener la velocidad y te vuelve loco. Creo que Matías también iba a venir, igual nos encontramos, pero va a flipar, no sé cómo aguanta sin gafas ni pantalla. Igual es la baba de caracol. Hasta con pantalla, te entra el aire por todos los lados y te hace daño. Tengo la nariz escocida.
Matías
Tampoco sé si hay gasolina hasta Calafate, y esto gasta más de la cuenta. Ah sí, si hay. Veo una anunciada a 35 km, queda más o menos a mitad de camino. Ah no, no hay. Se ha acabado. Charlo un ratito con uno que cae en un viejo scooter 125, que no es ningún niño. Le pregunto a ver como avanza contra el viento. Lo que pasa es que ahora voy a favor, me dice... hoy hay un viento muy rudo. El que no viaja en moto es porque no quiere. No hace falta una GS full equipe. Me despido de él y me como un bocata guarro de gasolinera. Y a ver si llegamos, habrá que acelerar menos. Sigue todo el camino un vientazo terrible, pero los últimos 40 km, ya es una pasada. Agachado detrás del pequeño parabrisas de la Zari vamos tirando. El casco quiere ahorcarme. Si yo no le he hecho nada!. Es una locura.

Llegamos a Calafate en reserva, compro una esterilla, que para eso he venido; me sacuden cómo si fuera buena y a la cola de la nafta. Calafate es exactamente cómo te lo imaginas. Un pueblo turístico, pequeñito, al lado del lago Argentina, tiendas y restaurantes tipo cabañas, muy montañés. Está chulo. Tiene al Perito Moreno a 80 km y hay que ir a verlo. Así que me quedo 2 noches en el camping, que tampoco es barato, para ver el glaciar tranquilo y sin trastos en la moto.

Pues sí que hay conciertos. Musicón hasta altas horas, pero me da lo mismo, con el palizón del viento, me quedo frito.

Hasta ahora lo que más me ha gustado, es la rutilla que me hice yo antes de romper la junta, fuera de las rutas turísticas. Me gusta más hablar con la gente de los pueblecitos perdidos. El Perito hay que verlo, pero las carreteras hasta aquí no tienen nada, rectas y viento.

Mañana será un día tranquilo. A ver el Perito y a pasear un poco por el pueblo. Tengo que ver por donde pasar a Chile, para hacer la carretera Austral. Ah y comprar un bidón. Im- prescindible!.

17-02-2015

2 comentarios:

  1. Como diría Stephen......." Una puta mierda"

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  2. Bns Zabaleta!!!!Pena que no stuviesen firmados el bidon y la esterilla.....El Llanero Solitario.....(Propiedad...de..).Millones a la saca.Ale pues haz turismo que tampoco viene mal descansar del viento.Un abrazo.Javier.

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